¿De qué sirve el profesor?

Ésa es la pregunta que se plantea Umberto Eco en un artículo para el periódico de La Nación. En este artículo plantea una situación entre un estudiante y el profesor en la cual le pregunta su utilidad. El estudiante tenía razón aunque no del todo. A partir de ahí, el profesor explica una serie de conceptos que se puede saber a través de Internet que a lo mejor los profesores no pueden explicar. También habla de que no todo es Internet porque aunque puede enseñar muchas cosas, los profesores enseñan cómo buscar, filtrar, seleccionar, aceptar o rechazar toda la información. Es por eso por lo que necesitamos a los profesores y a la escuela.

Este artículo es del 2007, en la actualidad Internet ha ido cobrando más protagonismo. Existen plataformas como Youtube, Wikipedia o Facebook que prácticamente enseñan y resuelven todas las dudas. Incluso existen cursos por Internet sin necesidad de estar presente en clase.  La figura del profesor peligra. Lo que hace que nos volvamos a plantear la pregunta de ¿para qué sirve el profesor? Pues bien, el rol del profesor debería servir para transmitir y enseñar valores como la empatía y el compañerismo que Internet no puede transmitir. Enseñar a pensar individualmente y tener una moral para discernir lo bueno de lo malo. Además, la figura del profesor debería enseñarnos a cómo utilizar estas nuevas tecnologías correctamente. Por eso, aunque no lo parezca, el profesor sigue siendo una pieza clave para la educación en nuestros días.